Cómo escuchar a tu cuerpo


Cada día, nuestros cuerpos nos brindan información sobre nuestra salud. Los síntomas que sentimos son como señales, tanto emocionales como físicas, que pueden darnos mucha información.

El dolor es la alarma del cuerpo. Puede indicar que se ha distendido un músculo o que necesitas asistencia médica de inmediato. También puede ser una emoción que sientas como consecuencia de un trauma.

De manera similar, sentirte aletargado o fatigado con frecuencia puede ser la forma del cuerpo de indicarte que no está recibiendo una cantidad suficiente de nutrientes o de actividad física. También podría ser un signo de alerta de un problema de salud mental.

Cuando estás manejando síntomas de salud mental y física a menudo es difícil determinar exactamente qué es lo que te está haciendo sentir mal o produciéndote síntomas más intensos de lo normal. Aprender a escuchar a tu cuerpo puede ayudarte.

Señales físicas y emocionales: Señales para la acción

Aprender a escuchar tu cuerpo implica concentrarse en las señales que te da tu cuerpo y reconocer una variedad de indicadores.

Las señales pueden ser emocionales: “Estoy angustiado y un poco agitado”.

I am feeling worried and a little agitated

Las señales también pueden ser físicas: “Me late rápido el corazón y siento que tengo los hombros tensionados”.

My heart is beating fast

Cuando reconoces estas señales y entiendes que están conectadas, se hace más simple identificar lo que estás sintiendo. Las señales del ejemplo anterior pueden indicar cierto nivel de ansiedad.

Entrada en acción

Un manejo eficaz de los síntomas puede ayudarte a sentirte mejor en general, por lo que el siguiente paso es hablar con tu médico. Después, debes crear un plan de las medidas que puedes tomar cada vez que observes estas señales. Esto ayuda a evitar síntomas más problemáticos al abordarlos antes de que aumenten y comiences a sentirte sobrepasado.

Por ejemplo:

¿Te sientes angustiado? Anota los pensamientos negativos que estás teniendo. Después redáctalos nuevamente en forma de pensamientos más positivos.

Reminder

Si notas que tus músculos están tensos, llama a un amigo que te acompañe en una caminata. El movimiento y el aire fresco aumentarán la circulación de la sangre y el oxígeno que transporta, lo que ayudará a que te sientas mejor. Además, el tiempo que pases con un amigo también te resultará beneficioso.

El ejercicio es una buena manera de evitar que los síntomas empeoren, por lo que deberías intentar hacer caminatas rápidas varias veces por semana o participar en otras actividades físicas que disfrutes.

Aquí te presentamos otro ejemplo:

Señal emocional: “En los últimos días he sentido una agitación y excitación crecientes. Siento que puedo lograr cualquier cosa, por lo que voy a iniciar tres nuevos proyectos a la vez. Tengo la mente llena de estas excelentes ideas”.

Reminder

Señal física: “He estado tan ocupado planificando, comprando e iniciando nuevos proyectos, que en dos días he dormido muy pocas horas de una vez”.

Reminder

En este escenario, esta persona podría estar describiendo síntomas de un episodio maníaco, que es una característica del trastorno bipolar. Los síntomas asociados con un estado maníaco pueden llevar a comportamientos riesgosos y físicamente dañinos. Si no se trata, el trastorno bipolar puede empeorar de tal manera de requerir hospitalización.

Para las personas diagnosticadas con trastorno bipolar, es especialmente importante prestar atención a las señales físicas y mentales y contar con un plan para abordarlas de manera prematura.

  • Trabaja con tu equipo de tratamiento para crear un plan paso a paso para recibir ayuda cuando comienzas a notar síntomas. Incluye a un familiar o amigo, y cuenta con una lista de números de contacto.
  • Lleva un diario de cómo te sientes; incluye qué tan bien estás comiendo o descansando. Esto te ayudará a reconocer mejor los indicadores tempranos para llamar a tu médico.
  • Recuerda abogar por tu salud: anota tus medicamentos, participa en el tratamiento y ocúpate de tu salud tanto física como mental.

Incluso si puede parecer difícil “estar en sintonía” a veces, este es un hábito que vale la pena cultivar. A medida que aprendas a reconocer las señales de tu cuerpo, te resultará más fácil hablar con tu médico y manejar proactivamente tu salud.

Escuchar a tu cuerpo: Autorevisión

Sin presiones, no hay respuestas correctas ni incorrectas. Simplemente es información para ayudarte a encaminarte para alcanzar tus objetivos médicos.

  1. Cada día, nuestros cuerpos nos brindan información sobre nuestra salud y nuestro bienestar. ¿Verdadero o falso?
    Respuesta: Verdadero. Considerar nuestros cuerpos de manera integral, interconectados física y mentalmente, hace que sea más fácil reconocer las señales de bienestar o de que está pasando algo raro.
  2. Mi médico es la autoridad que determina cuáles son mis síntomas, para que no tenga que preocuparme de las opciones de tratamiento. ¿Verdadero o falso?
    Respuesta: Falso. Es importante abogar por tu salud, a través de una comunicación sincera y honesta sobre lo que estás sintiendo y sobre si el tratamiento te está funcionando.
  3. Las indicaciones emocionales y físicas son diferentes y no se afectan entre sí. ¿Verdadero o falso?
    Respuesta: Falso. Los síntomas físicos y emocionales son importantes y pueden afectar la salud en general. La enfermedad cardiovascular y la depresión son solo un ejemplo de afecciones físicas y mentales que con frecuencia ocurren simultáneamente.
  4. Estar “en sintonía” con cómo me siento física y emocionalmente me ayuda a entender la situación integralmente y a tener un mejor control de mi salud.
    Respuesta: Verdadero. Escuchar a tu cuerpo es importante mientras abogas por tu salud. Compartir información con tu equipo de tratamiento y tener un papel importante en tu salud te confieren poder.